EL PODER SANADOR DE LAS PLANTAS DEL PIRINEO

  • Autor: 
  • Palmira Pozuelo

 

Las plantas que habitan los Pirineos son plantas únicas que necesitan de condiciones especiales de luz, altura y aguas vivas, también requieren tierras ricas en minerales especialmente el silicio, mineral que proporciona el desarrollo de muchas plantas en las tierras del norte a diferencia de el sur y centro de España que es más rico en Calcio y nos proporciona plantas diferentes, especialmente las aromáticas.
Todo ello hace que estas plantas nos ofrezcan al ser humano lo más puro y sanador de la naturaleza sin manipular y transformar por el ser humano, procedente de las regiones de altura protegidas por la nieve en gran parte del año y donde no se habita normalmente.
Seleccionaremos algunas de ellas, especialmente aquellas que no es común encontrarlas en lugares de menor altura o de zonas más al sur.

 

 

Abeto (Abies alba) y Pinos


Abetos y pinos tienen propiedades en muchos casos similares. De ellos se utilizan las acículas, las yemas ricas en resina, el destilado de las acículas (aceite esencial de abeto o de pino), la resina y la trementina que de ella se obtiene. Su acción terapéutica se centra especialmente en las afecciones respiratorias donde ejerce una acción balsámica, antiséptica y expectorante con indicaciones en diferentes procesos bronquiales y catarrales que cursan con mucosidad, tos facilitando la expectoración y su resolución. En uso externo se ha utilizado mucho en problemas articulares y reumáticos ejerciendo un efecto rubefaciente, bajando la inflamación y el dolor en la zona afectada, a través de diferentes preparados en forma de ungüentos, aceites y lociones. De ello conocían mucho las llamadas Trementineiras o mujeres de la trementina, que se dedicaban a la extracción de la trementina y otros preparados con plantas medicinales viajando por todo el pirineo catalán hasta la costa llevando sus remedios y conocimientos en un tiempo en el que no era habitual el que la mujer viajara sola y ejerciese actividades laborales aportando un sueldo para la ayuda en casa.

 

Acónito (Acónitum napellus)


Planta que nos sorprende por la belleza de sus flores, pero es una de las plantas más tóxicas que existen especialmente su raíz a la cual también llaman “matalobos”. Se cuenta que según parece ganaderos molestos con los lobos que atacaban a sus ovejas, mataron a un burro y lo rellenaron con esta planta y al día siguiente aparecieron varios lobos muertos. En cualquier caso es una planta considerada tóxica y mortal, se ha utilizado en uso externo para tratar dolores y neuralgias. Hoy día se utiliza en medicina homeopática como un remedio para tratar fiebre alta en procesos catarrales, cuando esa fiebre ha sido originada por un golpe de frío especialmente. En este caso y de forma diluida y dinamizada es utilizada sin peligro de toxicidad.

 

 

 

Carlina angélica (Carlina acaulis)


Una de las plantas más emblemáticas de todo el Pirineo y yo diría que de todo el Norte del país. Se trata de un cardo sin tallo, de ahí su nombre botánico Carlina acaulis, su aspecto esférico y su color entre dorado y plateado nos hace ver en ella la sensación de un símbolo totalmente solar, de ahí que también reciba el nombre de “Flor del Sol” (Eguzquilore en vasco) Esta imagen se refuerza con las hojas verdes y divididas que la rodean pegadas al suelo. También es típica verla puesta en las puertas de las casas de todo el pirineo y otras zonas del norte de España, especialmente en las rutas del Camino de Santiago, pues esta planta protegía a sus moradores de maleficios, enfermedades y malos espíritus.
La Carlina poseé cualidades antibióticas, contiene un principio activo antibiótico llamado carlineno u óxido de carlina, especialmente este cardo y el cardo santo son dos cardos ricos en componentes activos antibióticos sobre todo muy utilizados en el pasado. Como otras plantas de esta familia también posee flavonoides y principios amargos, de actividad diurética, hepática, aperitiva, digestiva y estomacal.
Los usos más comunes de esta planta eran en uso externo para los problemas de acné y eccema de la piel, por su actividad depurativa. Por su actividad antibiótica se ha utilizado tradicionalmente en cistitis, resfriados, gripe y por su actividad diurética en la gota, edemas, uretritis, retención de líquidos, hipertensión arterial.

 

 

 

Cola de Caballo ( Equisetum arvensis)


La cola de caballo o Equiseto es el vegetal más rico en silicio y ayuda a reparar y cicatrizar tejidos y fracturas
El silicio según la medicina antroposófica es un mineral que capta la luz como una antena. El silicio está presente en gran proporción en nuestros órganos de los sentidos que nos sirven para captar luz y comunicarnos con el exterior y también ayuda a mantener en buen estado nuestro tejido conectivo ya que es necesario para la formación del aminoácido hidroxiprolina muy presente en el colágeno que conforma el tejido conectivo. Además en la intercomunicación celular también es fundamental el silicio, del mismo modo que el silicio es un mineral presente en las redes y conexiones informáticas.
Es una planta con gran riqueza en minerales y de gran efecto diurético y depurativo sin hacer perder potasio como otro tipo de diuréticos. Es pues una planta remineralizante, que mantiene en buen estado articulaciones y tejidos especialmente piel y cabello. Su uso ha de se discontinuo por contener un alcaloides aunque en pequeñas cantidades.

 

 

Genciana (Gentiana lutea)


Una planta de gran porte e inigualable belleza. Mejor contemplarla ya que por ser la parte medicinal sus raíces, es una planta protegida. Su raíz es un poderoso amargo, una de las sustancias más amargas que he probado, de hecho por ello está presente en fórmulas y preparaciones para abrir el apetito y en las recetas tradicionales de elaboración de vermut. Es una planta útil en casos de convalecencia y actúa como planta inmunoestimulante, especialmente indicada en casos de convalecencia.
Se utiliza en casos de inapetencia, dispepsias, insuficiencia hepática, atonía gástrica e intestinal y se toma para ello antes de las comidas.
Otras plantas pirenáicas son la emblemática Edelweiis o flor de las nieves, una planta útil en afecciones respiratorias y para el cuidado de la piel, actualmente protegida.
Epilobio (Epilobium angustifolium) con especial actividad en prostatitis y la Milenrama (Aquillea millefolium) planta muy abundante en toda la zona norte de gran acción cicatrizante, antiinflamatoria y digestiva.
Sin duda contemplar estas plantas en su entorno natural es una experiencia única.


Palmira Pozuelo
(Farmacéutica Herbalista)
www.palmirapozuelo.com
Artículo publicado en la revista Espacio Humano

 

 

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